Los 10 peores países del mundo para los trabajadores y trabajadoras en 2019



Según el Índice Global de los Derechos Sociales de la CSI 2019 los 10 peores países del mundo para los trabajadores y las trabajadoras en 2019 han sido: Arabia Saudita, Argelia, Bangladesh, Brasil, Colombia, Filipinas, Guatemala, Kazajstán, Turquía y Zimbabwe.

Brasil y Zimbabwe figuran entre los 10 peores países por primera vez, tras la adopción de leyes regresivas, la violenta represión de huelgas y protestas, y líderes sindicales víctimas de amenazas e intimidación.


Argelia: El Gobierno de Argelia ha intensificado todavía más la represión de los sindicatos independientes, sometiéndolos a un procedimiento ilegal para renovar su registro. De los 65 sindicatos reconocidos en el país, únicamente 17 cumplían con los criterios arbitrarios y excesivos impuestos por el Gobierno. Además se han producido casos de persecución por parte del Estado como por ejemplo el 27 de diciembre de 2018 que se detuvo a 15 sindicalistas en una manifestación organizada para reclamar que el Estado dejase de criminalizar las actividades sindicales e implementase las recomendaciones de la OIT.


Bangladesh: En Bangladesh, se ha expuesto a trabajadoras y trabajadores a despidos colectivos, arrestos, violencia y represión del Estado contra las protestas pacíficas. Una de estas situaciones se produjo el 8 de enero de 2019 cuando Sumon Mia, de 22 años y empleado en Anlima Textile en la zona de Kornopara en Savar, resultó muerto y otros 50 trabajadores heridos cuando la policía abrió fuego con balas de goma y lanzó gases lacrimógenos para dispersar a cerca de 5.000 mani festantes que protestaban a las afueras de Dhaka.


Brasil: En este país se han adoptado leyes regresivas (como la Ley No. 13.467) que socavan severamente los derechos de negociación colectiva y con la Consolidación de las Leyes del Trabajo (CLT) reformada se establece la posibilidad general de que, por medio de la negociación colectiva, queden derogadas las protecciones legales a favor de los trabajadores, con la única excepción de algunos derechos laborales consagrados en la Constitución Nacional. En este contexto, el 8 de noviembre de 2018, el presidente del Sindicato dos Servidores Públicos del municipio de Bahía, Aroldo Pereira de Souza, sufrió una emboscada en la carretera y recibió tres disparos a manos de unos pistoleros no identificados. Falleció camino al hospital. Pereira de Souza había estado involucrado en una huelga de docentes.


Colombia: Sigue siendo el país más peligroso del mundo para trabajadores, trabajadoras y sindicalistas, con 34 asesinatos registrados en 2018, 10 intentos de homicidio y 172 casos de amenazas de muerte.


Guatemala: En total, 90 sindicalistas han sido asesinados desde 2004, y el Estado no ha adoptado ninguna medida concreta para prevenir esos crímenes ni para investigar y castigar a los culpables en algunos casos ya históricos.


Kazajstán: Los sindicatos afiliados a la Confederación de Sindicatos Independientes de Kazajstán (CNTUK), disuelta arbitrariamente en 2017, se han convertido en blanco de la persecución del Estado y de brutales agresiones físicas.


Filipinas: Las trabajadoras, trabajadores y sindicalistas en Filipinas se han enfrentado a violentos ataques e intimidación. Las protestas fueron brutalmente reprimidas por las fuerzas policiales, en un intento por parte del Gobierno de suprimir la disidencia política. El 20 de octubre de 2018, nueve trabajadores de la caña de azúcar en huelga, miembros de la National Federation of Sugar Workers (NAMASUFA) murieron a consecuencia de los disparos efectuados por un grupo de individuos no identificados, cuando ocupaban terrenos privados en la Hacienda Nene, en protesta por la reforma agraria y reclamando mejoras en sus condiciones de vida y de trabajo. Entre los fallecidos había dos menores y tres mujeres. El 28 de octubre el presidente Duterte afirmó que cualquier nueva ocupación de tierras por parte de campesinos sería tratada duramente: “He dado órdenes a la policía de dispararles. Si se resisten violentamente, disparen, y no me importa lo más mínimo si hay muertos”.


Arabia Saudita: Los derechos a la libertad sindical y de reunión, así como el derecho de negociación colectiva continuan siendo denegados a todos los trabajadores y trabajadoras en Arabia Saudita. A destacar el caso de las trabajadoras del hogar vietnamitas que relatan estar obligadas a trabajar hasta 18 horas diarias. Además, no reciben comida, a menudo son agredidas por sus empleadores y no se les permite dejar el trabajo y volver a su país.


Turquía: El 14 de septiembre de 2018, más de 10.000 trabajadores empleados en la construcción del nuevo Aeropuerto de Estambul iniciaron una huelga en protesta por las deplorables condiciones de seguridad e higiene en la obra de construcción. La protesta fue violentamente dispersada por efectivos de la policía y el ejército, em-pleando gases lacrimógenos. Dos días más tarde, la policía procedió a efectuar arrestos masivos y se detuvo a más de 400 trabajadores.


Zimbabwe: Este año se registró en Zimbabwe un patrón de violentos ataques contra trabajadores y sindicalistas. Las protestas organizadas por ZCTU entre el 14 y el 16 de enero de 2019, contra el incremento del 150% en el precio de los combustibles, fueron duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad del Estado, empleando munición real. Las intervenciones policiales se saldaron con 12 trabajadores muertos y 70 manifestantes con heridas de bala.

13/01/2020